Jamás imaginó que su muerte no sería de forma natural, y mucho menos que sería él quien estaría presente en el momento en que el cuerpo fuera desmembrado.
Siempre estuvo al tanto de los deseos de su padre con respecto a su última morada; sin embargo, él sabía cuanto amaba a su compañero de solitarios días.
Fue por ello que decidió pasar por alto su último pedido de ser incinerado y metió la única, y más importante, parte que quedaba de él junto a su querido pez en ésa pequeña esfera.
De esa forma, y para siempre, su padre estaría con su pequeño gran amigo y él tendría, en todo momento, acceso a la importante entidad financiera donde su progenitor tenía depositado todos los millones que siempre le negó.
Esto lo veo ambientado en un futuro cercano en el que será absolutamente normal la acción que se describe.
ResponderEliminarMuy buen escrito Patokata, muchas felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo