Sobre la camilla de la morgue quedó su cuerpo, parecía dormida.
Parecía soñar con el último instante en que lo vio en la vereda de enfrente saludándola.
La ansiedad por perderse en esos labios amados la llevo a jugar una pulseada con la muerte en ésa avenida...ella perdió.
Octubre 2010
http://mismusaslocas.blogspot.com/2010/10/ultimo-instante.html
Hola, muy bueno tu relato, aunque triste en el final. ¡Saludos y Feliz Año! Jesús.
ResponderEliminarA veces se pierde un amor, pero ganó la eternidad.
ResponderEliminarBesos, Patricia.