Se escuchan apenas perceptibles los murmullos de los amantes que, encerrados en la alacena, dan rienda suelta a la desesperación de su deseo; aún así, tal pasión arrolladora les juega una mala pasada.
Cuando la patrona se encuentra en la cocina sirviendo la merienda a los niños se escucha tal grito de pasión desbocada que los chiquillos y la susodicha quedan boquiabiertos. Los niños porque no entiende de qué se trata y la dueña de casa porque ahora sabe donde se encuentran el jardinero y la cocinera.
Diciembre 2010
Buen lugar para esconderse...jeje...besooss y feliz finde
ResponderEliminarEs increible lo originsal bello y a la vez grande que es todo lo que subes.Besos de luz amiga mia y que tus Musas te acompañen por siempre.
ResponderEliminarHola Patricia
ResponderEliminarVaya, con estas explosiones de colores, y el grito de la cocinera... Muy bueno, tu micro relato.
Ya me llevé tus banner, ya te seguía en las musas locas, pero aquí no.
Un beso
Feliz semana